Un aspecto crucial del siglo XX, es la urbanización y con ella, la tecnologización de la vida cotidiana.

La Modernización había llegado a cambiarlo todo.

Tras la Revolución Mexicana, dos nuevas energías vendrían a impactar el diseño en hogares y hábitos de los mexicanos de las clases medias altas y altas: el gas y la electricidad, cuyo arribo encontró una gran aceptación.

No se trata de un mero cambio de energía sino que ha sido la base de un cambio en el estilo de vida.

Las estufas, refrigeradores, lavadoras, licuadoras, aspiradoras, planchas, tostadores y demás electrodomésticos comenzaron a habitar las casas mexicanas en los años treinta. En esta década, empresas pioneras en tecnologías domésticas introducen la estufa de gas. DELHER, ACROS, SUPERMATIC, IEM, MABE, etcétera, entran en competencia por el mercado de la época.